Anualmente intento realizar una visita a la ciudad elegida como Capital Española de la Gastronomía, y este año ha sido el turno de Cáceres. Así que aprovechando la vuelta de vacaciones decidí hacer noche y pasar el día para ver que se cocía por allí.
Domingo de agosto, 4 de la tarde. Si bien la idea era hacer un pequeño recorrido por distintos bares para probar diferentes tapas, la hora de llegada complicó la tarea por lo que buscamos un único lugar donde poder comer. Y así llegamos a Cayena, uno de los lugares que teníamos señalados en nuestra guía de visitas.
Lo cierto es que la carta nos llamó bastante la atención por lo que decidimos pedir tapas en vez de raciones, de modo que pudiéramos probar más cosas. Y esto es lo que comimos…
Salmorejo con tartar de fruta. Nos decidimos por comenzar por el salmorejo, un acierto. Muy rico, buen sabor a tomate, el ajo bastante equilibrado y el espesor y la textura muy finos. El toque del tartar de fruta le proporcionaba un frescor muy agradable.
Croquetas de Torta del Casar con membrillo. Estando en Cáceres sería imperdonable no pedir algún plato donde no haga acto de presencia uno de los productos estrella de la zona, la Torta del Casar. Así que nos lanzamos a por unas croquetas de este queso acompañadas de membrillo. Las croquetas suaves y sutil el sabor del queso, no cansaba en absoluto.
Zorongollo con caballa marinada. La tapa estrella del día. Para los que no lo conozcan, el zorongollo es una especie de ensalada de pimientos asados con tomate y cebolla. Si bien probamos algún otro a lo largo del día, sin duda nos quedamos con éste. Creo que en vez de cebolla llevaba cebolleta, le daba un punto más. Acompañado de un lomito limpio (lo que se agradece extremadamente en pescados como éste) de caballa marinada, que además de estar de muerte, se hacía el protagonista del plato.
Tacos de bacalao con pesto extremeño. Tampoco decepcionó, si bien nos entusiasmaron más los anteriores. El bacalao frito, rico, crujiente y tierno. El pesto extremeño, con un regusto a ajo y pimiento rojo asado. En definitiva también tuvo nuestro aprobado.
Ravioli frito de rabo de toro con tierra de boletus. Por último, y por antojo de un servidor, raviolis de rabo de toro. El ravioli crujiente, por dentro el rabo de toro tierno y jugoso. La tierra de boletus me resultó demasiado sabrosa.
Todo esto acompañado por una botella de agua y 3 dobles de cerveza (bien fríos y con los calores del mediodía, madre mía como me sentaron), para 2 adultos y un niño, tuvo un precio de 36,70€. Lo que me parece un ticket más que razonable para la calidad y cantidad que comimos.
Cuando vuelva a Cáceres me tendré que volver a pasar para probar lo que nos dejamos en el tintero.
Estaría genial si alguno de vosotros que haya pasado por Cayena quiere compartir con nosotros los platos que ha probado.
Y si te ha gustado la recomendación, compártela con tus amigos!!!
Info:
Restaurante Cayena, web * facebook * twitter
Plaza Mayor, 33, Cáceres.
Tienes que publicar esto a las 12 del mediodía!! Que pintaza, ya no puedo pensar en otra cosa que en comer 🙂
La próxima vez me voy contigo.
Muy rico, buena presentación y muy buen trato
Como se nota que ibas con él.