De Pinchos por Logroño. O de cómo coronarse con Laurel.

Logroño. Capital de La Rioja. Tierra de vinos. Seguimos???

Hablar de Logroño y de gastronomía es hablar de la calle del Laurel y sus alrededores. Un idílico paseo para los amantes del buen comer a base de pinchos y vinos. Popularmente también conocida como “La senda de los elefantes” por la trompa con la que puedes salir si te dejas llevar por los placeres del dios Baco.

Una curiosidad. Antiguamente esta calle era donde vivían las mujeres que ejercían la prostitución. Para indicar su disponibilidad colgaban de sus balcones una rama de laurel. En las épocas de crisis la calle aparecía con todas las fachadas balconadas llenas de laureles y de aquí surgió el actual nombre de la calle.

Una vez satisfecho nuestro hambre de conocimiento pasaremos a ilustraros con nuestro recorrido, donde intentamos visitar la mayoría de los clásicos, al menos hasta donde nuestro estómago nos permitió.

Empezamos por Las Cubanas (San Agustín, 17) ya que no podíamos dejar de probar su delicioso Cochinillo Crocante, con su tierna carne cubierta de esa piel super crujiente y su sabrosa salsita. Que maravilla.

También pedimos la Ensaladilla Rusa. Muy recomendable también. Con encurtidos y gambas.

El siguiente alto en el camino fue la Bodeguilla Los Rotos (San Agustín, 8). Su especialidad, Los Rotos. Huevos rotos acompañados por diferentes ingredientes entre los que puedes elegir (gulas, chistorra, setas,…) y metidos dentro de un bollo de pan. No están mal y resultan contundentes. Probamos los Rotos de Bacalao.

En tercer lugar paramos en el Blanco y Negro (Travesía del Laurel, 1). Famoso por su Matrimonio, bocatita de anchoas con pimiento verde. Rico, rico.

También probamos el bocatita de Jamón al Horno con Pimiento Verde y Salsa al Ajillo. Pero sin dudarlo nos quedamos con el primero.

No queríamos quedarnos sin probar el “Tío Agus” así que nos dirigimos hacia el Bar Lorenzo (Travesía del Laurel, 4). El clásico es lomo de cerdo adobado en un bollito de pan y aderezado por una salsa de especias (de la abuela “Damiana”), estilo chimichurri, que potencia el sabor. Probamos el Agus de Chistorra y bueno, esperábamos algo más. Teníamos que habernos decidido por el más famoso.

Ya empezando a estar algo ahítos pusimos rumbo al Bar Jubera (Calle Laurel, 18). Sinónimo de Patatas Bravas. Una salsa rica y picantita. Las patatas buenas también. Un imprescindible.

Por último y para cerrar el círculo no podíamos marcharnos de la Calle Laurel sin probar unos Champis, sería imperdonable. Elegimos el Bar Ángel (Calle Laurel, 12). Un pincho compuesto por una torre de tres champiñones a la plancha sobre una rodaja de pan y coronados por una gambita. También obligatorio.

Sé que estos no son todos, pero hasta aquí fue hasta donde nuestro cuerpo nos permitió llegar. En futuras visitas ampliaremos nuestro catálogo, aunque hoy os dejamos sin duda una buena muestra.

En cuanto al precio, salimos por unos 33€ (2 personas). A los pinchos que os hemos mostrado habría que añadirles 5 vinos, 1 vermut, 1 mosto y 1 botella pequeña de agua.

Así que ya sabes si pasas por Logroño no dejes pasar la oportunidad de darte una vuelta por la Calle Laurel y sus alrededores. No tienen desperdicio!!!