Estilo:
Australian Pale Ale es un estilo de cerveza que auna las características típicas de las maltosas Ale inglesas junto con las peculiaridades de las IPAs.
Australia como colonia inglesa recibía la influencia de las distintas bebidas de moda que surgían en la misma Inglaterra. Y fue durante el siglo XIX cuando la cerveza empezó a subir debido al comienzo de producciones de cierta calidad.
Ya contamos en otro post sobre como se fraguaron las IPAs como resultado del afán de los ingleses por exportar sus cervezas a sus colonias desde Inglaterra. Por tanto la IPA fue uno de los estilos que llegó a Australia y que por su perfil fresco encajó perfectamente debido al clima de dicho país.
Posteriormente en Inglaterra se empezó a elaborar un tipo de cerveza conocida como “dinner ale”, basado en el estilo IPA pero con una mayor carga de malta que las hacían más bebibles. De ahí su nombre, ya que entre otras cosas se solían utilizar en comidas y cenas.
En Australia la cervecera Coopers queriendo no quedarse atrás se lanzó a elaborar este tipo de cervezas, creando un hito en su propio país, de manera que tal fue su popularidad que con el tiempo terminó por adoptar el nombre de Australian Pale Ale.
Resumiendo, nos encontraríamos ante cervezas donde predominan los lúpulos, aportando tanto su amargor como su carácter aromático, así como notas maltosas, debiendo existir entre ambos un equilibrio y balance lo más perfecto posible.
Fabricante:
De la mano de Alejandro Vega nace esta joven cervecera de la que ya hablamos en un anterior post, La Grúa, el cual podéis consultar para conocer algunas pinceladas más de ella.
La imagen y nombre de esta cervecera, y sus cervezas, proviene de La Grúa de Piedra (30 toneladas y 14 metros de altura) que podemos encontrarnos en pleno Paseo Marítimo de Santander. Antigua reliquia industrial que data de 1896, es uno de los símbolos de la ciudad, al igual que en lo que pretende convertirse esta casa de cervezas artesanas.
LaGruaVientoNorte
Cerveza:
Viento Norte es una cerveza limpia, de tonos anaranjados y con una espuma de aspecto cremoso con una buena duración en copa.
En la nariz tiene una intensidad moderada donde destacan las notas cítricas (naranja), frutas tropicales, así como un leve aroma a pino. También están presentes los matices maltosos y amielados de una manera sutil y elegante. Interesante nariz.
En boca ahora la malta es la protagonista, equilibrada con un buen amargor final. Poca carbonatación. Sin sensaciones alcohólicas (5.5%). Quizás para mi gusto queda un poco en tierra de nadie. Le faltaría algo más de definición.
Para elaborar esta cerveza, y siendo los principales culpables de algunos de los aromas y el amargor, se han utilizado dos lúpulo neozelandeses. Rakau, que aporta aromas frutales como el mango y la fruta de la pasión. Waimea, usado para dotar a la cerveza de amargor así como para darle aromas cítricos y notas de sabor a pino.
