La gastronomía de Cataluña, gracias a su extensión, se caracteriza entre otras cosas por la gran cantidad y diversidad de ingredientes de los que dispone. Pudiendo encontrar tanto productos de la montaña, como del mar y de la huerta.
Podemos ponernos a citar platos típicos de esta cocina que todos conocemos, y que alguna vez hemos probado, y sin lugar a dudas nos llevaría un buen rato. Escalivada, pa amb tomàquet, escudella, esqueixada, butifarra, suquet, calçots,…
Pues fue buscando estos últimos, los calçots, como dimos con este restaurante cuya oferta se centra en la cocina catalana, de Lleida para ser más exactos, y bien acompañada también por productos de la huerta murciana.
El calçot es una cebolla blanca que se cultiva de modo que adquiera una forma alargada. Su temporada se centra entre los meses de enero y abril, si bien a veces es posible encontrarlos desde el mes de noviembre. La forma tradicional de cocinarlos es asarlos con llama viva de sarmiento, y una vez hechos se envuelven en papel hasta su consumo. Se suelen servir sobre una teja acompañados de la deliciosa salsa romesco.
Y no nos enrollamos más, a continuación os contamos todo lo que pudimos probar…
Escalivada. Compuesta por tomate, cebolla, berenjenas y pimientos asados. Sabores intensos con el toque ahumado de la brasa. Delicioso.
Calçots con Salsa Romesco. Los calçots tiernos y suaves, con el toque de la brasa también. La romesco buenísima con su sabor a tomate, ajo, almendras, avellanas,…
Bacalao Leridana. Una preparación de bacalao a la miel con frutos secos. El bacalao en su punto justo, aunque para mi gusto la miel está demasiado presente y satura.
Longaniza con Judias Blancas Fritas en su Jugo. La longaniza sabrosa, jugosa y con un toque picante de la pimienta. Las judias fritas en la grasa que ha soltado previamente las butifarras al freirlas, qué decir.
Crema Catalana. En este caso hubo discrepancias entre opiniones. A mí me convenció, me pareció una crema fina y suave que iba de lujo junto con la costra de caramelo.
En resumén la comida convenció y triunfó, tanto que obliga a una vuelta para probar otros platos de la carta, como los caracoles por ejemplo, y, por qué no, repetir la calçotada.
El servicio atento y eficiente. El local es pequeño por lo que el comedor resulta algo estrecho debido al número de mesas.
Y el ticket fue de 65.70€ para dos adultos y un niño. Teniendo en cuenta que de los platos antes mencionados todos fueron medias raciones salvo los calçots y el postre que eran ración completa. Además de una caña, una botella de agua grande, 3 copas de tinto (un somontano sin pena ni gloria) y un café. Nota: para futuras ocasiones sin duda acompañaré con cava tan estupenda comida.
Lo dicho, sitio muy recomendable y que sin duda nosotros repetiremos.
Info:
La Huerta de Casa Ricardo, web * facebook
Av. Ciudad de Barcelona, 5, Madrid
914 33 75 25
Además cerca de casa, tendré que ir a probar.