La croqueta es actualmente algo tan identificado con nuestra cultura gastronómica que habrá quien se lleve las manos a la cabeza al saber que su origen no es español, sino francés.
Allá por el año 1817 el cocinero Antoine Caréme, perteneciente a la corte de Luis XIV, decidió sorprender en una cena ante el príncipe regente de Inglaterra y el Archiduque de Rusia con unas «croquettes à la royale», una bola crujiente rellena de bechamel (croquer en fránces significa crujir). Y de esta manera ha llegado hasta nuestros días.
En España la croqueta entraría entre finales del XIX y principios del XX, época en la que había cierta necesidad y aprovechando que de lo que sí se disponía era de harina, se podía usar para hacer bechamel y así aprovechar esos restos de guisos y cocidos que tan mágicamente le sientan a unas buenas croquetas.
Así conocemos la actual croqueta que encontramos a lo largo y ancho de nuestra geografía de mil distintas maneras preparadas, de jamón, pollo, cocido, boletus, queso,…
Y cómo debe de ser una croqueta… pues crujiente por fuera y muy cremosa por dentro.
A continuación contaremos como la hacemos nosotros, en este caso haremos una bechamel con bacon y champiñones. Espero que os gusten.
Ingredientes (3 personas):
- bechamel: 50gr harina, 50gr mantequilla, 750ml leche, 100gr bacon, 4 champiñones, sal.
- rebozado: 2 huevos, harina, pan rallado.
- Mantequilla+Harina
- Bacon
- Champiñon
- En una sartén a fuego medio (6/10) echamos la mantequilla y la derretimos.
- Con la matequilla derretida vamos incorporando la harina tamizada gradualmente mientras mezclamos.
- Cuando tengamos la mezcla hecha dejamos freir un poco hasta que coja un tono dorado, de manera que con este tostado evitaremos que la bechamel sepa a harina.
- A continuación vamos incorporando la leche (que previamente hemos calentado en un cazo) poco a poco y removiendo bien y constantemente, evitando que se formen grumos.
- Cuando hayamos añadido toda la leche y tengamos la masa hecha incorporaremos el bacon y los champiñones en trocitos pequeños.
- Dejamos cocer moviéndola de vez en cuando hasta que tome la textura que se desee. Salamos y dejamos enfriar.
- Una vez la masa esté fría hacemos las croquetas, bien con dos cucharas o con las manos. Si queremos que la masa coja un poco de consistencia antes de hacer las croquetas podemos meterla en el congelador 20 minutos.
- Con la forma hecha las rebozamos (las pasamos por harina, luego por huevo batido y en último lugar por el pan rallado).
- Y ya sólo queda freirlas. Con bastante aceite, que queden cubiertas cuando las echemos, y con el fuego fuerte (9/10). Se introducen en el aceite y en cuanto estén doradas se sacan, poniéndolas sobre un plato con papel de cocina para que absorva el aceite sobrante.

Croquetas+Bacon+Champiñon
Ahora ya sólo quedaría la tarea que ninguno queremos… comérnoslas 😉